Los desastres naturales pueden golpear una nación y hasta desestabilizarla por completo si no se tienen las herramientas y los mecanismos para resistir sus embates, en la recuperación no sólo intervienen los números de los fondos que se obtienen para reconstruir y reparar, también hay un recurso esencial: el humano, que trabaja por levantar esas comunidades impactadas.
Generalmente, las organizaciones brindan estadísticas y cifras, pero la parte humana- esa masa de voluntarios que podemos llamar “héroes anónimos”-, son los que ponen en ejecución todo el engranaje que levanta los cimientos un barrio o una comunidad.
Este medio día, la arquitecta Betsaida Santana, gerente de Programas de Hábitat República Dominicana, explicó durante el almuerzo, que su programa de voluntarios está estrechamente ligado a la meta global de Hábitat de ser movilizador de los corazones, las manos y las voces de los voluntarios por la causa de la vivienda adecuada y asequible.
La acompañaron en este convivio las señoras Evangelista Rodríguez y Ángela Rodríguez, que aunque no son familia, ambas fueron beneficiadas por uno de los proyecto de mejoramiento de vivienda que realizó Hábitat Dominicana en la Provincia de Santiago de los Caballeros. Ambas compartieron sus historias, haciendo referencia a la afectación que sufrieron sus viviendas luego de los huracanes Irma y María y lo agradecidas que estaban cuando recibieron un Shelter kit temporal y el mejoramiento de techos y paredes en una segunda fase.